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Elecciones Nacionales en Argentina
por Manuel Álvarez Rivera
   

Argentina celebra elecciones nacionales el domingo, 27 de octubre de 2019. Una breve exposición del sistema electoral argentino se presenta a continuación.

Se encuentran aquí disponibles los resultados a nivel nacional y provincial de las siguientes elecciones federales:

      25 de octubre y 22 de noviembre de 2015       Presidente                      
      23 de octubre de 2011       Presidente                      
      28 de octubre de 2007       Presidente                      
      27 de abril de 2003       Presidente                      

Las estadísticas electorales presentadas en este espacio provienen de informes y ficheros de datos emitidos por la Cámara Nacional Electoral y la Dirección Nacional Electoral del Ministerio del Interior de Argentina.

Para más información sobre las elecciones nacionales de 2019 en Argentina, visite Argentina Elections-Elecciones Argentinas.


Aspectos Generales del Sistema Electoral

Según lo dispuesto por la Constitución de 1994, Argentina cuenta con una forma de gobierno representativa, republicana y federal.

El poder ejecutivo es desempeñado por un ciudadano, el Presidente de la Nación Argentina, quien es electo de forma directa y mediante sufragio universal por un término de cuatro años. El presidente y el vicepresidente, quienes pueden ser re-electos (aunque solamente dos términos pueden ser consecutivos), son escogidos por el sistema de doble vuelta. Si la fórmula de candidatos con mayor número de votos no obtiene al menos el cuarenta y cinco porciento de los votos en la primera vuelta, o al menos cuarenta porciento de los votos y una ventaja de diez porciento sobre la fórmula que queda en segundo lugar, se celebra una segunda vuelta entre las dos fórmulas con mayor número de votos, y en la misma se consideran electos a los candidatos de la fórmula que obtenga la mayoría de los votos válidos.

Si una de las dos fórmulas con mayor número de votos se retira de la segunda vuelta, se proclamará ganadora a la fórmula restante. En la elección presidencial de 2003, la fórmula de Carlos Menem y Juan Carlos Romero - que había conseguido la mayor cantidad de votos en la primera vuelta - decidió no participar en el balotaje. Por lo tanto, Néstor Kirchner y Daniel Scioli - que habían quedado en segundo lugar - resultaron electos presidente y vicepresidente, respectivamente.

El poder legislativo es ejercido por el Congreso Nacional, el cual consiste de la Cámara de Diputados y el Senado.

La Cámara de Diputados se compone de 257 miembros electos de manera directa para un término de cuatro años; no obstante, la mitad de los escaños se renuevan cada dos años. Cada una de las veintitres provincias de Argentina más la Ciudad de Buenos Aires se constituye en circunscripción electoral. Los escaños de la Cámara se distribuyen entre las circunscripciones en proporción a su población. Los partidos y las alianzas electorales presentan listas de candidatos. Las listas son cerradas, por lo cual los electores no pueden seleccionar candidatos individuales en o alterar el orden de las mismas. Los electores votan por una sola lista. Los escaños en cada circunscripción se reparten según el método de la media mayor de representación proporcional, concebido por el matemático belga Victor D'Hondt en 1899. Sin embargo, para poder participar en el reparto de escaños, toda lista debe recibir por lo menos el tres porciento del padrón electoral de la circunscripción.

Los 72 miembros del Senado son electos de manera directa para un término de seis años, pero las elecciones al Senado se celebran cada dos años para un tercio de los escaños. Cada provincia y la Ciudad de Buenos Aires escoge a tres senadores: el partido o alianza electoral con la mayor cantidad de votos recibe dos escaños, y el partido o alianza electoral que queda en segundo lugar obtiene un escaño.

Los Partidos Políticos

La unificación de Argentina en 1862 dio principio a una era de estabilidad política que se extendió por espacio de casi siete décadas. Sin embargo, el país no contó con un sistema electoral moderno hasta 1912, cuando la Ley 8871 - conocida popularmente como la Ley Sáenz Peña - implantó el sufragio universal masculino mediante el voto secreto y compulsorio. En las elecciones presidenciales de 1916 - los primeros comicios nacionales verdaderamente libres en la historia de Argentina - la Unión Cívica Radical (UCR), partido de tendencia moderada respaldado por la clase media, obtuvo una victoria decisiva sobre los conservadores, quienes habían sido la fuerza política dominante desde 1880, sostenidos por la élite terrateniente. El líder de la UCR, Hipólito Yrigoyen fue electo presidente y ostentó el cargo hasta 1922, cuando el candidato radical Marcelo T. de Alvear triunfó en las elecciones presidenciales celebradas ese año. Alvear fue presidente hasta 1928, cuando Hipólito Yrigoyen fue electo nuevamente al cargo.

Sin embargo, Yrigoyen ya era un hombre de edad avanzada, y su gobierno se mostró incapaz de hacerle frente efectivamente a la crisis económica mundial de 1929, que afectó severamente a Argentina. En 1930, el ejercito, apoyado por los intereses conservadores, derrocó al gobierno de Yrigoyen. El orden constitucional se re-estableció dos años después, y de 1932 a 1943 los conservadores gobernaron a la nación en lo que se conoce como la década infame o la era del fraude patriótico: según los conservadores, era su deber patriótico llevar a cabo el fraude electoral, para impedir que los radicales volvieran al poder y llevaran al país a la ruina. No obstante, en 1943 las fuerzas armadas derrocaron al gobierno civil, y permanecieron en el poder por espacio de casi tres años. Durante dicho periodo, el coronel Juan Domingo Perón surgió como figura política prominente, primero como Secretario de Trabajo y Previsión Social, y posteriormente como Ministro de Guerra y Vicepresidente.

En 1946, Perón fue el candidato presidencial del nuevo Partido Laborista, y con el respaldo de la clase trabajadora urbana - cuyo apoyo él se había encargado de cultivar al promover la organización de las uniones obreras, así como medidas favorables a éstas - triunfó sobre una alianza de los partidos tradicionales. Perón, quien posteriormente transformó al Partido Laborista en el Partido Peronista, también contó con la ayuda de su dinámica segunda esposa, Eva Duarte de Perón; conocida popularmente como Evita, ella se convirtió en una figura política en derecho propio. Aunque su gobierno se caracterizó por la censura de prensa y el hostigamiento de los partidos de oposición, Perón mantuvo una gran popularidad, y una reforma constitucional en 1949 allanó el camino para su re-elección en 1951; la reforma también confirmó la extensión del derecho al voto a la mujer. No obstante, las fuerzas armadas se opusieron a la nominación de Evita como compañera de papeleta de Perón; de cualquier manera, para entonces ella estaba gravemente enferma de cáncer, y fallecería al año siguiente.

Perón fue derrocado en 1955 por un golpe militar, a raíz de un enfrentamiento entre su gobierno cada vez más autoritario y la Iglesia Católica. El gobierno militar que asumió el poder procuró re-establecer las normas constitucionales, pero excluyendo al Partido Peronista, que fue disuelto. No obstante, los repetidos intentos de eliminar al peronismo de la vida política argentina enfrentaron serias dificultades. En las elecciones a la convención constituyente de 1957, Perón - quien se había refugiado en el exilio - instruyó a sus seguidores a emitir votos en blanco, y los mismos excedieron el total de votos obtenido por cualesquiera de los partidos que participó en la elección. Para entonces, los radicales se habían dividido en dos facciones - la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP), encabezada por Ricardo Balbín, y la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI), dirigida por Arturo Frondizi - mientras que los conservadores quedaron reducidos a una minoría exigua, salvo en unas pocas provincias en las que retuvieron un respaldo más o menos sustancial.

En las elecciones generales de 1958, los peronistas apoyaron a Frondizi, candidato presidencial de la UCRI; éste derrotó a Balbín por un amplio margen y legalizó posteriormente al Partido Peronista. Sin embargo, cuando éste último triunfó en las elecciones intermedias de 1962, Frondizi fue derrocado por un golpe militar. Aunque el Presidente del Senado José María Guido fue juramentado como jefe de estado, los militares gobernaron de hecho al país hasta 1963, cuando se celebró otra elección general. El candidato de la UCRP, Arturo Illia, resultó electo presidente, derrotando al radical intransigente Oscar Alende y al General Pedro Eugenio Aramburu, quien fuera presidente de facto de Argentina de 1955 a 1958; los peronistas fueron excluidos de participar en la elección y votaron en blanco. No obstante, durante la presidencia de Illia el peronismo fue legalizado nuevamente, y la Unión Popular, de orientación peronista, prevaleció sobre la UCRP en las elecciones intermedias de 1965, mientras que la UCRI sufrió un marcado declive, provocado en buena medida por la salida de Arturo Frondizi y sus seguidores, quienes establecieron el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID).

Illia permaneció como presidente hasta 1966, cuando fue depuesto por los militares debido a la alegada incapacidad de su gobierno de atender con prontitud los crecientes problemas económicos del país. Sin embargo, las fuerzas armadas lograron muy poco durante los siguientes siete años en que ostentaron el poder. A partir de 1969, una creciente ola de violencia política arropó al país, y para 1971 no le quedó otra opción al gobierno militar que re-establecer la democracia constitucional. Los peronistas podrían participar en las elecciones - su exclusión de la política había demostrado ser un fracaso - pero las complicadas normas establecidas por el régimen militar no permitieron que Perón se presentara como candidato presidencial. No obstante, a fines de 1972 Perón pudo regresar brevemente a Argentina por primera vez en diecisiete años.

En las elecciones generales de marzo de 1973, los peronistas, en coalición con diversos partidos menores - entre ellos el MID de Frondizi - se presentaron como el Frente Justicialista de Liberación (FREJULI), y obtuvieron una victoria arrolladora con el 49.6% de votos; la UCR (anteriormente la UCRP) consiguió solamente el 21.3%. Aunque las normas electorales establecidas por los militares disponían para la celebración de una segunda vuelta si ninguna fórmula obtenía la mayoría absoluta, los radicales eran del parecer que no hacía sentido celebrar la misma en vista de los resultados de la elección, y Héctor Cámpora, el delegado personal de Perón en Argentina, fue electo presidente en la primera vuelta; FREJULI también obtuvo cómodas mayorías en el Senado y en la Cámara de Diputados.

Sin embargo, el peronismo estaba profundamente dividido entre facciones de derecha e izquierda, y cuando Cámpora se inclinó en favor de la izquierda peronista, fue obligado a renunciar tras solamente siete semanas en el poder; el vicepresidente Vicente Solano Lima también se vio obligado a dimitir. En septiembre de 1973 se llevó a cabo una elección especial, y el FREJULI nominó a Perón - quien había regresado a Argentina en junio del mismo año - como su candidato presidencial. Perón escogió como compañera de papeleta a su tercera esposa, María Estela (Isabel) Martínez de Perón, y la fórmula Perón-Perón arrasó en las urnas con 61.9% de los votos. Una vez que regresó al poder, Perón se identificó abiertamente con grupos de derecha tanto dentro como fuera de su partido. No obstante, Perón ya estaba muy enfermo, y en julio de 1974 murió a los setenta y ocho años de edad; Isabel Perón se convirtió entonces en la primera mujer presidenta de Argentina (y del mundo).

A diferencia de Evita, Isabel Perón era una mujer débil que carecía de la preparación necesaria para ocupar un cargo público, y en particular la presidencia; por ende, su gobierno resultó un desastre total. El Ministro de Bienestar Social, José López Rega, vinculado al escuadrón de la muerte de derecha Alianza Anticomunista Argentina, surgió como la figura dominante en el gobierno hasta que la presidenta se vio obligada a destituirlo en 1975. La violencia política alcanzó niveles sin precedente, mientras que la inflación se disparó, llegando a acercarse a una tasa diaria de uno porciento. En 1976 las fuerzas armadas depusieron a la viuda de Perón, quien fue colocada bajo arresto domiciliario; ella no sería puesta en libertad hasta 1981. La junta militar que asumió las riendas del país disolvió al Congreso y a los partidos políticos, proscribió las uniones laborales, impuso una rígida censura e inició el episodio más sombrío en la historia de Argentina: el Proceso de Reorganización Nacional, mejor conocido como la "guerra sucia," que se caracterizó por innumerables casos de abusos a los derechos humanos, incluyendo la desaparición forzada de hasta treinta mil personas. Sin embargo, la junta alegó que Argentina estaba en un estado de guerra civil para justificar sus acciones, y de hecho logró suprimir la actividad guerrillera y terrorista, aunque con extrema crueldad.

Para 1981, el gobierno militar se enfrentaba a una creciente oposición de los partidos políticos, las uniones y la sociedad civil, pero la junta gobernante intentó posponer la vuelta a un régimen democrático, y a esos fines jugó una carta nacionalista: la reivindicación argentina sobre las Islas Malvinas, dependencia británica conocida en inglés como las Falkland Islands. En 1982 Argentina tomó las islas por la fuerza, pero el Reino Unido envió una expedición naval que recuperó el territorio disputado al poco tiempo. La humillante derrota que sufrió Argentina en el conflicto bélico desacreditó por completo a las fuerzas armadas de la nación, y aceleró la transición hacia la democracia.

Para las elecciones generales del 30 de octubre de 1983 - los primeros comicios democráticos de Argentina en diez años - la UCR escogió como candidato presidencial a Raúl Alfonsín, un duro crítico de la junta militar, mientras que las divisiones internas en el seno del Partido Justicialista (Peronista) demoraron por casi dos meses la selección de su candidato; finalmente, el partido nominó a Ítalo Luder, quien había fungido como presidente interino de Argentina entre septiembre y octubre de 1975. No obstante, las divisiones entre los peronistas ayudaron a la UCR, que prometió democratizar a Argentina y ganó las elecciones por un margen sustancial: Alfonsín fue electo presidente, y su partido obtuvo una mayoría absoluta de escaños en la Cámara de Diputados. Por primera vez en la historia, el Partido Justicialista perdió una elección nacional en la que había participado. Entre tanto, los partidos menores - entre ellos el Partido Intransigente (anteriormente la UCRI), el MID, el Partido Demócrata Cristiano y el Partido Comunista - quedaron mal parados; no obstante, varios partidos provinciales lograron entre sí un número sustancial de escaños congresionales.

Los primeros dos años de la presidencia de Alfonsín estuvieron dominados por los esfuerzos para traer a la justicia a los oficiales militares responsables de la "guerra sucia," y en las elecciones congresionales de 1985 la UCR prevaleció fácilmente sobre un Partido Justicialista (PJ) dividido. Sin embargo, el gobierno tuvo dificultades para hacerle frente a una inflación galopante, así como a la enorme deuda externa heredada de la junta militar, y en las elecciones intermedias de 1987, el PJ superó a la UCR, que perdió su mayoría absoluta en la Cámara de Diputados. Dos años más tarde, el líder del PJ y gobernador de La Rioja, Carlos Menem capturó la presidencia en las elecciones generales, derrotando por un margen decisivo al candidato de la UCR y gobernador de Córdoba, Eduardo Angeloz; los justicialistas también obtuvieron el mayor número de escaños en la Cámara de Diputados. El declive económico de Argentina se aceleró tras la elección, y el presidente saliente Alfonsín renunció cinco meses antes de que concluyera su mandato. No obstante, por primera vez desde 1928 un presidente electo democráticamente reemplazó a otro.

Los problemas económicos persistieron hasta 1991, cuando Menem nombró a Domingo Cavallo como Ministro de Economía. Cavallo introdujo un programa de estabilización económica, el plan de convertibilidad, el cual estableció una nueva moneda - el peso - en una tasa fija de paridad con el dólar estadounidense. Además, el gobierno privatizó a numerosas empresas estatales e implementó una reforma tributaria. Como resultado, se eliminó la hiperinflación y la economía comenzó a crecer de manera robusta. En vista de la espectacular recuperación económica, Menem procuró revisar la Constitución de 1853 para así poder correr para un segundo término presidencial. Sin embargo, el partido gobernante - que ganó cómodamente las elecciones intermedias de 1993 - no contaba con los dos tercios requeridos para enmendar la constitución, y Menem tuvo que llegar a un acuerdo con el ex presidente Alfonsín - el Pacto de Olivos - que allanó el camino para las elecciones a una convención constituyente, celebradas en abril de 1994.

En las elecciones constituyentes, el PJ perdió terreno con respecto a las elecciones de 1993, pero la UCR sufrió pérdidas aún mayores. Sin embargo, tanto el izquierdista Frente Grande como el ultra-nacionalista Movimiento por la Dignidad y la Independencia (Modin) obtuvieron un fuerte respaldo, y ningún partido consiguió la mayoría absoluta en la convención constituyente. Aunque se enmendó la constitución para permitir la re-elección del presidente, se acortó el término del cargo de seis a cuatro años. Además, el presidente sería electo directamente por el pueblo en dos vueltas, eliminándose el colegio electoral nacional.

La economía de Argentina se vio afectada adversamente por la crisis de la devaluación de la moneda mexicana - el llamado efecto tequila - pero Menem fue re-electo presidente por un margen arrollador en las elecciones generales de 1995, mientras que el Frente País Solidario (FrePaSo) - sucesor del Frente Grande - llegó en segundo lugar, desplazando a la UCR, que tuvo su peor resultado electoral hasta ese momento. El PJ obtuvo además la mayoría absoluta en las elecciones para la Cámara de los Diputados, en las que los radicales quedaron en un débil segundo lugar, a duras penas por encima de FrePaSo, mientras que Modin se desplomó.

En 1996, Domingo Cavallo dimitió como Ministro de Economía, tras haber denunciado casos de corrupción en la administración de Menem: habló explícitamente de "mafias" en el gobierno. Aunque para 1997 la economía estaba creciendo con fuerza nuevamente, los justicialistas perdieron las elecciones intermedias celebradas ese año frente a la Alianza por la Justicia, el Trabajo y la Educación, formada por UCR y FrePaSo en el último momento. Como resultado, el PJ se quedó sin mayoría en la Cámara de Diputados.

Durante los dos últimos años de su presidencia, Menem procuró buscarle la vuelta a la limitación constitucional de dos términos consecutivos, para así poder presentarse nuevamente a la re-elección. Sin embargo, no tuvo éxito, y el PJ seleccionó al gobernador saliente de Buenos Aires, Eduardo Duhalde como su candidato presidencial para las elecciones generales de 1999. Entre tanto, la Alianza había escogido al jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Fernando de la Rúa (UCR) como su nominado presidencial. En las elecciones, de la Rúa logró una victoria decisiva sobre Duhalde y el ex ministro Domingo Cavallo, quien se presentó como candidato de su partido Acción por la República (AR). Aunque la Alianza obtuvo el mayor número de escaños en la Cámara de Diputados, los Justicialistas retuvieron su mayoría en el Senado.

La Alianza UCR-FrePaSo llegó al poder en medio de una fuerte recesión que fue empeorando progresivamente durante el transcurso de los próximos dos años. Tras la renuncia de dos ministros de economía sucesivos, el presidente de la Rúa nombró a Domingo Cavallo a su antiguo cargo. No obstante, las medidas que tomó el gobierno no mejoraron la situación económica, y el opositor Partido Justicialista ganó las elecciones intermedias de 2001 por un amplio margen. Al poco tiempo, el acelerado deterioro de la economía precipitó una crisis de grandes proporciones que desembocó en violentos disturbios antigubernamentales en Buenos Aires, los cuales a su vez obligaron a Cavallo y a de la Rúa a renunciar a sus cargos en diciembre de 2001. Durante los últimos diez días de dicho año, Argentina tuvo tres presidentes interinos, entre ellos Adolfo Rodríguez Saá, quien suspendió el pago de la deuda externa del país.

En enero de 2002, el Congreso escogió a Eduardo Duhalde para que completara el término presidencial de Fernando de la Rúa. Duhalde permitió la devaluación del peso, que perdió más de dos terceras partes de su valor, mientras que las cuentas bancarias permanecieron congeladas hasta finales de 2002 bajo el "corralito," introducido por Domingo Cavallo previo a su renuncia para contener una corrida bancaria e impedir la fuga de capital. Entre tanto, la economía de Argentina sufrió un colapso sin precedentes en tiempos de paz. El desempleo se disparó, y una mayoría de la población del país cayó por debajo del nivel de pobreza. La popularidad de los políticos alcanzó su punto más bajo, pero las instituciones democráticas establecidas en 1983 pudieron capear la crisis, y en abril de 2003 el país regresó a las urnas para efectuar una elección presidencial adelantada.

El Partido Justicialista no se pudo poner de acuerdo en torno a un solo candidato, y como resultado tres peronistas compitieron entre sí por la presidencia: los ex presidentes Menem y Rodríguez Saá, y el gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner. La UCR también se fragmentó, y en adición al nominado oficial del partido, dos escisiones radicales presentaron sus propios candidatos: Ricardo López Murphy por Recrear para el Crecimiento, de centro-derecha, y Elisa Carrió por Afirmación para una República Igualitaria (ARI), de centro-izquierda; éste último partido absorbió también a parte del FrePaSo, que junto con AR se desintegró tras la crisis de 2001. En la primera vuelta de la elección, Menem llegó en primer lugar, seguido de cerca por Kirchner; López Murphy, Rodríguez Saá y Carrió tuvieron resultados respetables en tercer, cuarto y quinto lugar, respectivamente, pero el candidato de la UCR quedó en un pobre sexto lugar con el peor resultado electoral en la historia del partido. Se iba a celebrar una segunda vuelta entre Menem y Kirchner, pero las encuestas de opinión pública indicaban que Kirchner ganaría la elección por un margen abrumador. Como resultado, Menem optó por retirarse de la contienda y Kirchner fue automáticamente electo presidente. Entre tanto, los justicialistas consiguieron mayorías tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados en elecciones congresionales celebradas a lo largo del año.

La economía de Argentina logró una notable recuperación durante la presidencia de Kirchner, y el país re-estructuró su masiva deuda externa. El gobierno de Kirchner también derogó las leyes de amnistía que protegían a los militares acusados de abusos de derechos humanos durante la dictadura de 1976-83 (estas leyes habían sido aprobadas durante las presidencias de Alfonsín y Menem, a raíz de insurrecciones militares que no prosperaron). En las elecciones congresionales de 2005, el Frente para la Victoria de Kirchner se apuntó una victoria decisiva, y se anticipaba que Kirchner aspiraría a la re-elección en 2007. Sin embargo, Kirchner decidió no correr para un segundo término, y el partido gobernante escogió a la esposa de Kirchner, la senadora Cristina Fernández de Kirchner como su candidata presidencial. La Sra. Fernández de Kirchner - conocida simplemente como Cristina - es una figura política prominente que ha ocupado cargos públicos por espacio de dos décadas. Ella prevaleció sobre una oposición débil y fragmentada, convirtiéndose en la primera mujer electa presidenta de Argentina.

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Documento actualizado al 27 de octubre de 2019.