|
|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Uno de los logros más sobresalientes de la España del presente ha sido la consolidación de las instituciones democráticas establecidas hace más de cuarenta años, tras casi cuatro décadas de gobierno autoritario. Una descripción del sistema utilizado para elegir a los miembros de las Cortes Generales o legislatura nacional desde 1977 - en particular a los de la Cámara Baja de la legislatura, el Congreso de los Diputados - se presenta a continuación.
Se encuentran aquí disponibles (y también en formato CSV) los resultados a nivel nacional, de comunidad (autónoma) y de provincia de las siguientes elecciones generales para el Congreso de los Diputados:
Las estadísticas electorales presentadas en este espacio provienen de informes oficiales emitidos por el Ministerio del Interior de España, la Junta Electoral Central y el Instituto Nacional de Estadística de España. Con la excepción de resultados preliminares, los datos de participación electoral en las elecciones generales celebradas en España desde 1986 reflejan la inclusión del electorado residente en el extranjero, que suele tener una tasa de participación mucho más baja que la del electorado residente en España, como se detalla en el siguiente cuadro:
A partir de las elecciones generales de 2011 los españoles inscritos en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA) deben solicitar expresamente la documentación electoral para poder votar - el "voto rogado." Este requisito ha resultado en un pronunciado declive de la ya baja tasa de participación de los electores españoles residentes en el extranjero. Para información sobre los sistema electorales de Andalucía, Cataluña, Euskadi y Galicia, visite Elecciones al Parlamento de Andalucía, Elecciones al Parlamento de Cataluña, Elecciones al Parlamento Vasco y Elecciones al Parlamento de Galicia. Los resultados de las elecciones europeas del 23 al 26 de mayo de 2019 están disponibles aquí. En adición, el Ministerio del Interior de España tiene disponibles resultados pormenorizados de las elecciones europeas de 2019 en España.
Aspectos Generales del Sistema Electoral La legislatura del Reino de España, las Cortes Generales, consiste de una Cámara Baja, el Congreso de los Diputados, y una Cámara Alta, el Senado. Aunque la iniciativa legislativa le corresponde tanto al Congreso como al Senado (así como al Gobierno), el Congreso goza de mayor poder legislativo que el Senado. El Congreso de los Diputados se compone de 350 miembros electos de manera directa por sufragio universal para un término de cuatro años. Cada una de las cincuenta provincias de España se constituye en circunscripción con derecho a un mínimo inicial de dos escaños; las ciudades de Ceuta y Melilla eligen un miembro cada una. Los restantes 248 escaños se reparten entre las cincuenta provincias en proporción a su población. Los partidos, federaciones, coaliciones y agrupaciones de electores pueden presentar candidatos o listas de candidatos. Las listas son cerradas, por lo cual los electores no pueden seleccionar candidatos individuales en o alterar el orden de las mismas. Los electores votan por una sola lista, o por un solo candidato en Ceuta y Melilla. Los escaños en cada circunscripción se reparten según el método de la media mayor de representación proporcional, concebido por el matemático belga Victor D'Hondt en 1899. Sin embargo, para poder participar en el reparto de escaños, toda lista debe recibir por lo menos el tres porciento de los votos válidos emitidos en la circunscripción, incluyendo los votos en blanco. Los escaños uninominales de Ceuta y Melilla se adjudican por el método de mayoría simple, bajo el cual resulta electo el candidato con mayor número de votos en la circunscripción. Las elecciones al Senado se verifican bajo un sistema de voto limitado, en el cual a cada una de las cuarenta y siete provincias peninsulares se le asignan cuatro escaños, mientras que a cada una de las islas principales de Balears (Baleares) y Canarias - Mallorca, Gran Canaria, y Tenerife - se le asignan tres escaños, y uno a cada una de las islas menores - Menorca, Ibiza-Formentera, Fuerteventura, Gomera, Hierro, Lanzarote y La Palma; tanto a Ceuta como a Melilla se le asignan dos escaños, para un total de 208 escaños de elección directa. En circunscripciones con cuatro Senadores, los electores pueden votar por un máximo de tres candidatos; en aquellas con dos o tres Senadores, por un máximo de dos candidatos; y por un candidato en circunscripciones uninominales. Los electores votan por candidatos individuales: aquellos que obtengan el mayor número de votos en cada circunscripción son electos para un término de cuatro años. En adición, las asambleas legislativas de las comunidades autónomas en las cuales se agrupan las provincias de España tienen derecho a nominar al menos un senador cada una, así como a un senador por cada millón de habitantes. Reparto de Escaños en el Congreso Para ilustrar el funcionamiento del sistema, se presenta aquí en detalle el reparto de escaños en las tres provincias de la Comunidad Autónoma de Aragón - Huesca, Teruel y Zaragoza - en las elecciones generales de junio de 1993. Para esa época, Zaragoza contaba con siete escaños en el Congreso, mientras que tanto Huesca como Teruel contaban con tres. En la provincia de Zaragoza, solamente cuatro candidaturas, a saber el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el Partido Popular (PP), el Partido Aragonés (PAR), y la Izquierda Unida (IU) obtuvieron por lo menos tres porciento de los votos válidamente emitidos en la elección - incluyendo los votos en blanco - y por ende tuvieron derecho a participar en el reparto de escaños por la circunscripción. Las candidaturas fueron ordenadas por número de votos de mayor a menor, y los votos recibidos por cada una de las mismas fueron entonces divididos entre 1, 2, 3, y así sucesivamente hasta alcanzar el número de escaños a repartirse, según se detalla a continuación:
Los escaños fueron entonces adjudicados a aquellas candidaturas que obtuvieron los cocientes o medias mayores (presentados en negrita). Tal y como se indica, el PSOE ganó tres escaños, el PP dos, el PAR uno e IU uno. Los escaños obtenidos por cada candidatura fueron adjudicados a los candidatos incluidos en las mismas, de acuerdo a su colocamiento en las listas: por ende, los primeros tres candidatos en la lista del PSOE fueron electos al Congreso, al igual que los primeros dos candidatos en la lista del PP y los candidatos que encabezaban las listas del PAR e IU, respectivamente. El reparto de escaños por circunscripción se puede obtener también al dividir los votos obtenidos por cada candidatura entre el menor de los cocientes utilizados para repartir los mismos, sin tomar en cuenta los restos. Para la elección en Zaragoza, los votos obtenidos por cada candidatura se dividirían por la séptima media mayor - 58,020 votos - con los siguientes resultados:
Como tal, el cociente menor utilizado para repartir escaños es también el umbral efectivo de representación, es decir el número de votos necesario para asegurar un escaño. Para la provincia de Zaragoza, este umbral ascendió a un 10.8% de los votos. Entre tanto, los resultados de la elección en la provincia de Huesca fueron los siguientes:
El umbral efectivo de representación en Huesca fue de 25,360 votos, o un 19.0% de los votos válidos. Finalmente, el resultado de la elección en Teruel fue el siguiente:
El umbral efectivo de representación en Teruel fue de 18,163 votos, o un 20.2% de los votos válidos. Habiéndose concluido el reparto de escaños en el Congreso en las tres circunscripciones de Aragón, se destacan las siguientes peculiaridades:
Nótese como los Socialistas, con una ventaja de solamente 1.4% sobre los Populares, ganaron siete de los trece escaños en la comunidad, o un 53.8% del total, mientras que el PP ganó solo cuatro, es decir, 30.7% de los escaños. Por otra parte, tanto el PAR como IU ganaron un escaño cada uno (7.7%), pese al hecho de que el primero obtiene casi el doble del número de votos del segundo, así como poco más de la mitad de los votos obtenidos por los dos partidos principales. Un factor decisivo en la elección fue la división del electorado de centro-derecha entre el PP y el PAR, lo cual le permitió a los Socialistas prevalecer en la totalidad de las tres circunscripciones. Estas victorias resultaron decisivas, debido al hecho de que en general la regla D'Hondt opera en favor del partido de mayoría, especialmente en circunscripciones pequeñas. Por otra parte, el sistema penalizó claramente a los dos partidos de centro-derecha - especialmente al PAR - por presentarse separadamente: aunque ambos partidos obtuvieron un 51.9% de los votos entre sí, éstos solamente ganaron un 38.4% de los escaños en la comunidad. El resultado de las elecciones generales de 1993 en Aragón no pasó desapercibido por los líderes del PP y del PAR: para la celebración de las siguientes elecciones generales en marzo de 1996, los dos partidos presentaron una candidatura conjunta, la cual obtuvo una victoria arrolladora en las urnas, según se detalla a continuación:
En esta ocasión, la candidatura conjunta del PP-PAR - la cual prevaleció en todas las tres circunscripciones - ganó ocho escaños de trece (61.5%), mientras que los Socialistas bajaron a cinco escaños (38.4%), pese a haber logrado una votación ligeramente más alta que en 1993. Entre tanto, ni IU ni la Chunta Aragonesista (ChA) ganaron escaños, pese a que obtuvieron un número sustancial de votos en la provincia de Zaragoza. Al igual que en 1993, la regla D'Hondt favoreció claramente a la candidatura mayoritaria a expensas de los partido menores, indicando así una tendencia del sistema electoral español a rectificar la proporcionalidad en favor de los partidos principales. Representación Proporcional, Rectificada La última etapa de gobierno democrático en España antes de 1977 había sido la desafortunada Segunda República de 1931-36: las legislaturas de aquella época (las cuales, incidentalmente, no fueron electas por representación proporcional) se caracterizaron por una desmedida fragmentación partidista, gobiernos inestables y una intensa polarización política que eventualmente llevó al país a una guerra civil. Tras casi tres años de lucha intensa, las fuerzas rebeldes o Nacionales encabezadas por el Gen. Francisco Franco prevalecieron sobre el bando Republicano, y Franco se convirtió en gobernante absoluto o Caudillo de España hasta su fallecimiento en 1975. El Príncipe Juan Carlos de Borbón y Borbón, nieto del Rey Alfonso XIII y el heredero legal de Franco desde 1969, se convirtió en el Rey Juan Carlos I. En julio de 1976 Adolfo Suárez fue nombrado presidente del Gobierno (primer ministro), y su gobierno dió inicio a un programa de reformas democráticas. En diciembre, el electorado español votó abrumadoramente en favor de una Ley para la Reforma Política aprobada en noviembre por las Cortes, la cual disponía para la elección por votación popular de una legislatura bicameral compuesta de un Congreso de los Diputados y un Senado. En abril de 1977 fue disuelto el Movimiento Nacional, y el Partido Comunista quedó legalizado. Finalmente, en mayo, el padre de Juan Carlos, Don Juan de Borbón y Battenberg, Conde de Barcelona, renunció a todos sus derechos a la Corona de España en favor de su hijo. A los fines de prevenir una recurrencia de la fragmentación excesiva e inestabilidad de los años de la Segunda República, el sistema proporcional introducido por el Gobierno para las elecciones del 15 de junio de 1977 - las primeras elecciones libres celebradas en España desde 1936 - fue modificado por dispositivos correctores, incluyendo el reparto de escaños por medio de la regla D'Hondt y la introducción del umbral de tres porciento a nivel de la circunscripción electoral. Estas normas electorales fueron posteriormente incorporadas a la Constitución de 1978, y elaboradas en detalle por la ley electoral de 1985 - la Ley Orgánica del Régimen Electoral General. En la práctica, la barrera del tres porciento ha tenido importancia en solamente dos circunscripciones - Madrid (34 escaños en 2000, 35 en 2004) y Barcelona (31). Las provincias restantes eligen un promedio de seis escaños, y en éstas el umbral efectivo de representación - el número de votos necesario para alcanzar un escaño según la aplicación de la regla D'Hondt - se situa ampliamente por encima del tres porciento. Para las elecciones generales de 2000 y 2004, el reparto de escaños en el Congreso por el método de la media mayor produjo los siguientes umbrales efectivos:
Como se indicara previamente, a los votos en blanco se les considera votos válidos, y los mismos deben tomarse en cuenta para los cálculos porcentuales. En las elecciones generales de 1993 en Madrid, esta estipulación legal tuvo como resultado la exclusión del reparto de escaños en la circunscripción de la candidatura del Centro Democrático y Social (CDS), toda vez que el partido - que perdió todos sus escaños en la elección - se quedó a 438 votos de alcanzar el umbral del tres porciento. Aunque en la mayoría de los casos la barrera del tres porciento tiene poca importancia, el efecto acumulativo de la aplicación de la regla D'Hondt en un número elevado de circunscripciones en su mayoría pequeñas - las provincias - hace una diferencia significativa, dado que el método de la media mayor tiende a favorecer a los partidos principales, y de manera más intensa a medida que se reduce el tamaño de la circunscripción: nótese como el umbral efectivo de representación aumenta, como porciento del total de votos, a medida que se reduce el número de escaños a repartir . Como resultado, los partidos menores con apoyo disperso de manera uniforme suelen tener escasas posibilidades de ganar escaños fuera de las grandes circunscripciones. Además, el reparto de escaños entre las circunscripciones, según dispuesto por ley, favorece claramente a las provincias rurales y menos pobladas, las cuales están sobrerepresentadas en el Congreso, a expensas de las provincias primordialmente urbanas con mayor población. Por lo tanto, el número de votos que se necesitan para ganar un escaño en el Congreso varía significativamente de circunscripción en circunscripción: en las elecciones generales de 2004, el número de votos necesario para lograr un escaño osciló entre un mínimo de 14,593 en Soria (15,941 en 2000) y un máximo de 92,743 en Madrid (85,267 en 2000). Desde la introducción del sistema electoral en 1977 hasta 2011, España ha celebrado once elecciones generales. En cada una de las mismas, el partido ganador ha quedado sobrerepresentado en el Congreso de manera consistente; el partido en segundo lugar ha quedado sobrerepresentado también, pero generalmente de manera menos pronunciada que el partido de mayoría. Los partidos menores de implantación nacional han estado consistentemente subrepresentados, pero algunos partidos regionalistas y nacionalistas han logrado representación a lo largo de los años, a menudo en proporción a su fuerza electoral. Incidentalmente, el mecanismo utilizado para elegir a los Senadores favorece al partido de mayoría de manera aún más contundente que el sistema electoral de la Cámara Baja. Al mismo tiempo, éste penaliza a los partidos menores con apoyo territorialmente disperso, a menudo al punto de excluirlos de la Camara Alta de la legislatura española. Conviene señalar que España no ha tenido gobiernos de coalición desde que se reestableciera la democracia en 1977: las sucesivas administraciones han sido todas gobiernos formados por un solo partido, en ocasiones contando con una mayoría absoluta de escaños en el Congreso (1982, 1986, 2000, 2011) o con exactamente la mitad de éstos (1989); en otras ocasiones (1977, 1979, 1993, 1996, 2004, 2008) el partido más grande en el Congreso ha formado gobierno de minoría con apoyo de partidos menores (o su abstención en 2008). Al mismo tiempo, el sistema de partidos ha atravesado por varios cambios significativos. El sistema que surgió de las elecciones de 1977 y 1979 se caracterizó por la preponderancia de dos grandes fuerzas políticas, la Unión del Centro Democrático (UCD), de tendencia moderada, y el Partido Socialista (PSOE). En adición al Partido Comunista Español (PCE) y la derechista Alianza Popular (AP; en 1979 la Coalición Democrática o CD), había también varios partidos regionalistas y nacionalistas, principalmente de Cataluña y el País Vasco. Este sistema quedó drásticamente alterado por las elecciones de 1982, en las que los Socialistas, dirigidos por Felipe González, triunfaron de manera arrolladora con 202 escaños en el Congreso, fuera de 350; la AP se convirtió en el principal partido de oposición, mientras que la UCD se derrumbó; el PCE también retrocedió considerablemente en la elección. Las fuerzas a la izquierda de los Socialistas se reagruparon posteriormente en torno a la coalición de Izquierda Unida (IU), mientras que la AP se reorganizó como el Partido Popular (PP). El PP procuró presentar una imagen más moderada que la de su predecesor, para así ganar el respaldo del electorado centrista, que se había inclinado en favor del Centro Democrático y Social (CDS) tras la disolución de la UCD. En las elecciones generales de 1993, el PP registró ganancias significativas, mientras que el CDS perdió su representación parlamentaria. Sin embargo, los Socialistas permanecieron en el poder hasta 1996, cuando el PP ganó una elección prematura por un margen bastante estrecho. El líder del PP, José María Aznar, formó un gobierno de minoría, apoyado por nacionalistas catalanes, vascos y canarios de tendencia moderada. Este estado de cosas duró hasta las elecciones generales de marzo de 2000, en las cuales el PP obtuvo una mayoría absoluta en el Congreso. En las elecciones generales de 2004 y 2008, el Partido Socialista derrotó al PP por márgenes decisivos, si bien no alcanzó la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados en una u otra elección. El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, formó gobierno de minoría en ambas ocasiones; en 2004 fue apoyado también por IU, nacionalistas de izquierda procedentes de Cataluña (ERC), Galicia (BNG) y Aragón (ChA), así como por nacionalistas canarios de tendencia moderada (CC), pero en 2008 ERC le votó en contra, mientras que IU, BNG y CC-PNC se abstuvieron. En una elección general prematura celebrada en noviembre de 2011, los Socialistas sufrieron una derrota aplastante y cosecharon su peor resultado hasta entonces desde el reestablecimiento de la democracia en 1977, mientras que el Partido Popular obtuvo una mayoría absoluta en el Congreso. El mes siguiente, el líder del PP, Mariano Rajoy se convirtió en el nuevo presidente del gobierno de España. El PP se mantuvo como el partido más votado en las elecciones generales de 2015, pero perdió su mayoría absoluta en el Congreso así como un caudal sustancial de votos, a la vez que obtuvo su peor resultado desde 1989. Entre tanto, el PSOE continuó en segundo puesto pero perdió terreno nuevamente y registró un resultado aún peor que el conseguido cuatro años antes. Notablemente, dos nuevos partidos principales surgieron en las elecciones: el izquierdista Podemos, que se situó en tercera posición, ligeramente por debajo de los Socialistas; y el centrista Ciudadanos (C's), que quedó en cuarto lugar. En enero de 2016 el Rey Felipe - el hijo de Juan Carlos, quien abdicara en 2014 - le encargó al Presidente Rajoy formar un nuevo gobierno, pero éste último declinó la oferta, aunque sin renunciar al cargo que continúa ejerciendo en calidad de presidente de gobierno en funciones. Como tal, en febrero de 2016 el Rey invitó al líder del PSOE, Pedro Sánchez a formar gobierno. Sin embargo, más allá de su propio partido Sánchez solamente pudo conseguir el apoyo de Ciudadanos, y el Congreso de los Diputados rechazó su investidura como presidente del gobierno por un amplio margen. En mayo de 2016 se llegó a la fecha límite para formar un nuevo gobierno, pero ante la ausencia de un acuerdo a esos fines por parte de los partidos representados en el Congreso, el Rey no tuvo otra alternativa que disolver las Cortes electas en 2015 y convocar a nuevas elecciones generales, las cuales se llevaron a cabo el 26 de junio de 2016. El resultado de las elecciones generales de 2000 ilustra el funcionamiento en la práctica del sistema electoral:
El principal beneficiario del sistema proporcional rectificado fue el PP, con 183 escaños de 350 (52.3%) a partir de un 44.5% de los votos. El PSOE también se benefició ligeramente, al ganar 125 escaños (35.7%) con 34.2% de los votos. En cambio, IU-EUiA, con 5.4% de los votos, ganó solamente ocho escaños (2.3%), siete menos que los nacionalistas catalanes moderados de CiU, y apenas uno más que los nacionalistas vascos (EAJ-PNV), pese a haber obtenido un número de votos considerablemente superior al de estos dos grupos. Esta aparente disparidad se debió a que el voto de IU-EUiA estuvo disperso en todo el territorio español, mientras que los votos para CiU y EAJ-PNV se concentraron en sus respectivas nacionalidades. Igual ocurrió con los demás partidos nacionalistas, cuya representación en el Congreso fue más o menos comparable a su fuerza electoral. La Proporcionalidad Rectificada en Perspectiva Entre 1977 y 2015, la representación proporcional rectificada controló la fragmentación parlamentaria en España. Aunque el sistema no siempre le ha garantizado a los grupos políticos representación legislativa en proporción a su fuerza electoral, el mismo facilitó la formación de gobiernos estables, y de esta forma contribuyó a consolidar las otrora frágiles instituciones democráticas de España. El sistema electoral siguió favoreciendo a los dos partidos principales en las elecciones generales de 2015 y 2016, pero éstos últimos no pudieron superar completamente la fragmentación política sin precedentes precipitada por el surgimiento de dos nuevos partidos principales. Por primera vez desde 1977 ningún partido pudo conseguir tanto como un tercio de los votos no en una sino en dos elecciones, y como consecuencia ninguno de los partidos representados en el Congreso de los Diputados pudo acercarse a conseguir la mayoría absoluta de 176 escaños en dicho cuerpo legislativo, hecho que a su vez ha complicado enormemente la tarea de formar un nuevo gobierno. Los resultados de las elecciones generales de 2015 y 2016 no dejan duda de que el sistema de dos partidos dominantes en Españ se ha convertido en un sistema multipartidista, similar a los de otros países europeos. No obstante, a estas alturas no está claro si se trata de una desviación temporera o de una transformación duradera, ni tampoco está claro cuan efectiva o no pueda seguir siendo la proporcionalidad rectificada bajo un sistema multipartidista.
Copyright © 2003-2023 Manuel
Álvarez Rivera. Reservados todos los derechos. |